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Soy Mamá y Health Coach en Alimentación Emocional Y En Mi Casa No Se Habla de Dietas o del Cuerpo de Otros. Aquí te Explico por qué.

Ser mamá me ha ayudado trabajar en  mejorar mi relación con la comida y con el cuerpo. Nunca he tenido problemas de trastorno alimenticiós u obesidad (si sobrepeso), pero si mucha culpa a comer e instasfacción con mi cuerpo.  Un estudio han demostrado que para los 13 años de edad más del 50% de las niñas se sentirán insatisfechas con su cuerpo y aumenta a casi 80% cuando llegan a los 17. Aún en sus 60s el 40%  de las mujeres admite sentirse insatisfecha de su cuerpo. Creo que parte de esto es la cultura en la que vivimos y cómo repetimos patrones al no trabajar en nosotras mismas. Ser mamá de niñas me abrio los ojos a ver que esto no es normal y decir no más. 



Como mamá y health coach especializada en alimentación emocional, me he comprometido a criar a mis hijos en un entorno donde la comida se perciba como algo positivo y gratificante, en lugar de un tema cargado de restricciones y juicios corporales. Nuestros hijos son nuestro espejo, en ellos podemos reflejar nuestros miedos, pero también nuestro amor propio.Es por eso que en mi casa no se habla de dietas ni del cuerpo de nadie frente a mis hijos ( o en general) . En este artículo, compartiré mis razones detrás de esta regla y cómo creo un ambiente saludable y amoroso en torno a la comida en mi familia.


Por qué Evito Hablar de Dietas:

Las dietas, especialmente cuando se discuten frente a los niños, pueden enviar mensajes negativos sobre la comida y el cuerpo. En lugar de fomentar una relación saludable con la comida, las dietas pueden promover la idea de que ciertos alimentos son "buenos" o "malos", lo que puede llevar a sentimientos de culpa o vergüenza asociados con la comida.

Además, las dietas pueden crear una mentalidad de restricción y privación, lo que puede conducir a comportamientos alimentarios desordenados y trastornos alimentarios en el futuro. Quiero que mis hijos aprendan a disfrutar de una variedad de alimentos de manera equilibrada y sin sentirse culpables por sus elecciones. Sí enseño nutrición a mis hijos, pero no en la mesa (puede ser abrumador)  y lo hago objetivamente, según su edad  y con el enfoque de buscar estar fuertes y sanos, no para verse de cierta forma.


Por qué Evito Hablar del Cuerpo de Nadie:

Hablar del cuerpo de otras personas, ya sea positiva o negativamente, puede fomentar la comparación y la insatisfacción corporal en los niños. Quiero que mis hijos crezcan valorando la diversidad de formas y tamaños corporales, y que comprendan que la belleza va mucho más allá de la apariencia física.

Además, al evitar hablar del cuerpo de otras personas, evito perpetuar estereotipos y prejuicios basados en la apariencia. Quiero que mis hijos aprendan a respetar y valorar a las personas por quienes son, no por cómo se ven externamente.


Cómo Promuevo una Relación Saludable con la Comida en mi Hogar:

En lugar de hablar de dietas o del cuerpo de otras personas, fomento conversaciones positivas sobre la comida en mi hogar. Animamos a nuestros hijos a escuchar sus cuerpos y a comer cuando tienen hambre, sin etiquetar los alimentos como "buenos" o "malos".

Además, modelamos comportamientos alimentarios saludables al disfrutar de una variedad de alimentos nutritivos y deliciosos como familia. Cocinamos juntos, exploramos nuevos sabores y compartimos comidas en la mesa, creando así recuerdos positivos en torno a la comida.

Como madre y health coach en alimentación emocional, estoy comprometida a criar a mis hijos en un entorno donde la comida se perciba como algo positivo y placentero. Evitar hablar de dietas y del cuerpo de otras personas frente a mis hijos es una parte importante de ese compromiso. En su lugar, fomento una relación saludable con la comida al promover conversaciones positivas sobre los alimentos y al modelar comportamientos alimentarios saludables como familia. Al hacerlo, espero sentar las bases para que mis hijos desarrollen una relación amorosa y equilibrada con la comida a lo largo de sus vidas.


Entiendo que lo hacemos sin pensarlo y cambiar el switch es difícil. Es por eso que cambié mi enfoque de health coaching ahora enfocándome a mamás y no a niños, porque resulta imposible ver un cambio si no comienzas con tí misma. Estoy trabajando en el lanzamiento de un curso de transformación en línea llamado Nutrición Amorosa. Algunos de los objetivos de este curso será ayudarte reconocer  y distinguir los factores externos e internos  que influyen en tu hambre y saciación para poder entender mejor tu cuerpo y tus comportamientos alrededor de la comida y cómo afectan tu imagen corporal , aprender a nutrirte de una forma en donde el placer, la satisfacción,  la nutrición y bienestar van de la mano y aplicar todo lo aprendido y en tu crianza, para así sanar a futuras generaciones.


Si quieres más información de este curso, responde este email o agenda una consulta  de 15 minutos de cortesía. También este mes de Mayo, todas mis consultas 1-1 tienen el 50% por el día de la madre. Agenda la tuya ya.


Me encantaría ser tu guía para una alimentación más consciente y amorosa.

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